La relajación muscular progresiva puede eliminar la tensión rápidamente. Conoce cómo esta sencilla técnica puede ayudarte a relajar tu cuerpo y despejar tu mente.

¿Necesitas reducir la tensión en tus músculos y ayudar a reducir el estrés en solo unos minutos? La relajación muscular progresiva podría ser tu mejor opción.

La relajación progresiva implica tensar y luego relajar diferentes grupos de músculos. Al hacerlo, es posible notar dónde se almacena estrés o tensión adicional en el cuerpo. Podrás volverte más consciente de cómo ayudarte a relajar y estar menos tenso.

Pero el estrés causa más que solo tensión muscular. También desencadena ritmo cardíaco acelerado, falta de aire y sudoración. Relajar progresivamente todo el cuerpo también puede ayudar a disminuir estos síntomas.

¿Lo mejor de todo? Esta práctica es fácil. Y se puede hacer prácticamente en cualquier lugar, con solo un conjunto básico de instrucciones y un entorno tranquilo y cómodo.

Cómo hacerlo

Elige un lugar tranquilo y cómodo donde puedas recostarte. Comienza por tensar y relajar los músculos de los dedos de los pies, luego los de los tobillos, las pantorrillas, los muslos, etc. Ve subiendo lentamente hasta el cuello y la cabeza. O puedes comenzar con la cabeza y el cuello y avanzar hasta los dedos de los pies.

Comprueba también la tensión muscular de tu cara de la siguiente manera:

  • Arruga la frente.
  • Entrecierra los ojos. Si usas lentes de contacto, quítatelos primero.
  • Sonríe lo más ampliamente que puedas.
  • Aprieta los labios.

Tensa cada grupo de músculos durante unos 5 segundos. Luego, relaja completamente esos músculos durante 30 segundos y repite.

¿Cómo ayuda la relajación muscular progresiva?

Si bien no se han realizado estudios importantes sobre la relajación muscular progresiva, existe cierta evidencia de que puede ayudar en el tratamiento de ciertas afecciones, entre ellas las siguientes:

  • Ansiedad.
  • Estrés.
  • Fatiga.
  • Dolor.
  • Náuseas y vómitos relacionados con el cáncer.
  • Presión arterial alta.
  • Migraña.

Podrías decidir usar la relajación muscular por sí sola. O combínala con otro enfoque mente-cuerpo, como visualización dirigida, meditación o música, para obtener un efecto aún mayor.